El rastro de la pandemia en Alicante
El alicantino de a pie hoy apenas maneja dinero en efectivo, paga con tarjeta, incluso con el móvil, se comunica con el colegio de sus hijos a través de internet, cuando queda a cenar con amigos en casa pide a domicilio y si sale fuera sabe que tiene que reservar. Esos gestos, asumidos ya como propios, son sin embargo actitudes adquiridas desde hace cinco años. La pandemia del coronavirus, que dejó unos 4.000 fallecidos en la provincia, reforzó esas prácticas ya existentes, y muchas otras, que desde entonces se han consolidado en el día a día de la ciudad.
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