Roban la silla de ruedas a un vecino discapacitado de El Campello
El que se fue a Sevilla perdió su silla. Mucho menos agradable que este desgastado dicho popular es lo que le sucedió a Francisco, un vecino de 73 años de El Campello, que no fue a la capital andaluza. No le hizo falta ir tal lejos, tan solo se tuvo que desplazar a la sede de Cáritas de su municipio -y de la que fue jefe durante 13 años- para completar el refrán. Solo que en su caso, no perdió ninguna silla; se la arrebataron. Y no una cualquiera, sino una eléctrica, la que necesita para realizar una función tan elemental como moverse.
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